Esclavos de la tecnología

Según datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en 2014, ocho de cada diez colombianos usábamos Internet y del 54 por ciento de los colombianos que accedían a él, lo hacían todos los días, pasando en promedio unas 2,6 horas navegando.

Se pudo establecer en ese estudio de Consumo Digital que más hogares están conectados a Internet, el 64 por ciento de las casas en ciudades de más de 200 mil habitantes cuentan con conexión. Sin embargo, es una realidad, también, que aún la accesibilidad a la web y a tecnologías de la información es algo difícil para algunas poblaciones.


Inclusive se cuestiona uno, pensando que en algunas zonas se acceda más fácil a Internet que al agua potable. En 2014 los medios revelaron una cifra de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios referida a que solo el 60 por ciento de los colombianos recibía agua potable.

Se me hace difícil, además, creer que la gente pase apenas unas 2,6 horas al día en Internet, si tenemos en cuenta que Colombia es uno de los países de Latinoamérica que más rápido está adoptando el uso de la tecnología móvil y un país con gran consumo de paquetes de datos; sin mencionar las informaciones que confirman que para finales de este año se alcanzará la cifra de 16,3 millones de personas con teléfonos inteligentes.

Solo consideremos las hordas de personas concentradas en su celular que vemos en la ciudad, por donde quiera que vamos, y no estoy en contra de la tecnología ni mucho menos, pero sí considero que debemos hacerle frente a esta situación o ¿por qué las personas crean gatos virtuales y se esmeran en cuidarlos en vez de adoptar uno que les dé cariño real? ¿Desde cuándo la virtualidad supera las acciones en la vida real?

Gran parte de las situaciones que envuelven al hombre moderno pueden resolverse en la red o por medio de alguna tecnología, ¿qué sucedió con los tiempos en los que lo humano era más importante?

Ya es extraño ser atendidos por una persona en la línea y no por una grabación telefónica; nos obligamos a estar constantemente en redes sociales y la globalización nos impulsa a desear tecnología de punta e inmediatez.

Las tecnologías digitales nos ayudan a realizar tareas cotidianas; sin embargo, si no controlamos su consumo, ellas nos controlarán, o ¿acaso ya lo hacen?

*Taller de Opinión es un proyecto de
El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni las universidades
e instituciones vinculadas con el proyecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario