Equipo
de investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, ha
modificado el ADN del virus de la hepatitis B
rediseñando su sistema infeccioso y convirtiendo su núcleo en una
partícula benigna. Esto lo ha transformado en un virus neutralizado que se
puede utilizar en vacunas y terapias, ya que logra dirigirse a las células
enfermas sin afectar al tejido sano. Es un gran avance ya que las terapias
actuales como la quimioterapia afectan al tejido sano.
El
estudio, que ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of
Sciences (PNAS), arroja aire fresco en el campo de la administración de
fármacos específicos.
"Llamamos
a esto una partícula inteligente", explica James Swartz, profesor de
ingeniería química y de bioingeniería en la Universidad de Stanford y director
del estudio, en una nota de prensa de dicha universidad. "Ahora es más
inteligente mediante la adición de marcadores moleculares que permiten enviar
la carga terapéutica donde queremos que vaya".